gestión de las emociones

Gestión de las emociones

Uno de los aspectos que a veces da problemas tanto a adultos como a jóvenes adolescentes es el de la gestión emocional. Gestión que, si no se desarrolla adecuadamente, puede suponer un problema posterior para el desarrollo de habilidades sociales, relación con el entorno, familia o amistades que en un adulto es de esperar.

Esta gestión de las emociones se supone viene dada en la crianza pero diversos factores pueden influir en ello y hacer que nuestras habilidades no se desarrollen de forma completa y que se muestre como una carencia a la hora de gestionar esas emociones que nos pueden llegar a abrumar, superar o no podemos hacerles frente provocando situaciones de pánico, estrés emocional o ansiedad.

Las competencias que debemos tener bien desarrolladas tanto interiormente como nuestro alrededor deberían ser:

  • Afrontamiento emocional: como la capacidad que nos permite enfrentarnos y resolver conflictos y las emociones que estos producen en nosotros. Si somos capaces de afrontar podemos regular nuestra capacidad emocional y de respuesta.
  • Aceptación de las emociones: ser capaces de asumir lo que está sucediendo a nuestro alrededor y controlar, aceptándolas, emociones que implican tolerancia a la frustración, ira y los impulsos.
  • Expresión emocional: poder evaluar nuestras emociones, expresarlas sin ningún tipo de cortapisa (hay una rama de la educación tradicional donde, por ejemplo, se asume que los «hombres de verdad» no expresan emociones ni «se dejan llevar» por ellas) siendo conscientes de ellas y del beneficio de exteriorizarlas. Además esto nos permite también comprender el impacto que las emociones tienen en el comportamiento habitual de las personas que nos rodean y nos permiten reaccionar de forma coherente y asertiva con esos momentos y situaciones.
  • Generar de forma autónoma emociones agradables, que van más allá de decirnos «todo va bien». Se trata de ser conscientes de proporcionarnos une stado anímico confortable para mejorar nuestro sentir emocional interno y que ello se refleje «de dentro afuera».

¿Cómo se pueden desarrollar estas capacidades?

Con mucho trabajo, sería la respuesta.

Porque muchas de ellas parten, como ya hemos dicho, de nuestra crianza, de mantener un ambiente emocional sano en el hogar y un refuerzo constante entre todos los miembros de la familia que lo componen.

Normalmente existen técnicas para desarrollar estas capacidades pero las trataremos en próximos post para entrar un poco más detalle en ellas.

Mientras tanto, os deseamos desde Psicología Activa unas felices fiestas y próspero Año Nuevo.