Formación de Mindfulness en Psicología Activa

Psicología Activa va a traer un curso de Mindfulness a sus instalaciones como parte de sus actividades.

El Programa mindfulness MBSR de 8 semanas es el primer programa que se hizo de mindfulness (se desarrolló en EEUU hace unos 30 años) y del que parte todo el movimiento actual. Está orientado a la reducción de estrés y la ansiedad pero no se queda sólo ahí ya que es un programa excelente para aprender técnicas de meditación, inteligencia emocional, comunicación consciente… enfocadas a manejarnos mejor a nivel psicoemocional y como crecimiento personal.

La estructura de las sesiones es la siguiente:

–   Espacio grupal donde compartir las experiencias y exponer dudas y dificultades con la práctica y el momento en que se encuentre cada uno en función de su necesidad emergente.

–   Prácticas de meditación concentrativas e introspectivas (respiración, sensaciones corporales, emociones…) que irán de más a menos guiadas según evolucione el grupo.  Así mismo se harán en algunas sesiones ejercicios físicos suaves para ampliar la conciencia corporal.

–   Contenido teórico de la sesión correspondiente: sesgos cognitivos, emociones, mecanismos del estrés y estrategias para afrontarlo, comunicación consciente, gestión del tiempo, habilidades para la vida…

–  Día de «retiro» donde haremos todas las prácticas que hagamos hecho en las sesiones.

La práctica diaria es FUNDAMENTAL entre sesión y sesión, para ello damos audios después de cada sesión.

Puedes consultarnos en nuestro email o teléfono

En total unas 30 horas de formación aproximadamente, el precio son 60€ de matricula y  el resto 200€ a pagar en varias veces si fuera necesario. Incluye como siempre el día de retiro de 8 horas y todo el material (libro, cd, apuntes….).

depresion

La depresión

La depresión es una de esas enfermedades de las que el propio enfermo es tremendamente consciente. En esos estados depresivos influyen muchos parámetros de la propia vida, el historial y las tendencias propias de los temperamentos depresivos (tendencia a la tristeza) y ciclotímicos (alternan entre tristeza y alegría).

Puedes saber que hay indicios de depresión, y no solo de un estado de ánimo triste, cuando:

  • El estado de ánimo tiene una larga duración
  • Tiene una alta intensidad
  • Se presentan otros estados clínicos: trastornos del sueño, pérdida de apetito, incapacidad para toma de decisiones, pérdida de interés por el cuidado personal, baja autoestima, autorreproches, descenso de la memoria, atención y concentración…
  • Y sobre todo el impacto sobre el normal funcionamiento de la persona en su vida cotidiana.

Síntomas que si se aglutinan forma un cuadro de depresión que aun así tendrá que diagnosticar el profesional, pero que sabiendo lo que es, se sabe que existen tratamientos para afrontarla.

Cuando se está ante un cuadro depresivo muchas veces la persona es incapaz de expresar por qué se siente así, pero en ocasiones las situaciones lo superan, tiene accesos de llanto y desarrollan anhedonia (incapacidad para experimentar emociones normales.

Curiosamente también existen estados depresivos paradójicos que puede darse no por tristeza sino que devienen de una serie de circunstancias positivas que llevan a cierto estado que desemboca en dicho estado depresivo paradójico.

La depresión es un estado que además afecta también al entorno, pudiendo preocupar y despertar otras reacciones en familia, amigos y grupos de trabajo, además de todas las consecuencias personales para el individuo.

Enfrentar la depresión no es fácil, ni abarca un solo tratamiento, y tampoco “vas a ir al psicólogo para sentirte mejor”, sino para aprender, para ver y examinar qué es lo que te ocurre y poder trabajar sobre ello enfrentando el trastorno depresivo con las mejores herramientas que un centro psicológico como el centro Psicología Activa puede ofrecerte para mejorar. Mejorar no solo en cuanto a un cuadro depresivo sino en tu propia calidad de vida puesto que a fin de cuentas un trastorno tan serio no es algo que se “cure” de hoy a mañana sino que es un trabajo para enfrentar esas tendencias y poder sonreír sin que sea un esfuerzo.

 

psicología integradora

Psicoterapia integradora: muchos caminos para entender a las personas.

Psicoterapia integradora

El camino para llegar a una persona, como en cualquier relación, siempre es múltiple. En Psicología Activa, como gabinete de psicólogos en Málaga, entendemos que hay muchos enfoques que permiten establecer una relación con el paciente, pero sobre todo, se trata de comprender una serie de factores.

Factores entre los que están: su momento vital, sus emociones, el estado de su salud mental (no todo el mundo llega a un gabinete de psicología por el mismo motivo), e incluso su estado físico que, como sabemos, también puede influir en el estado y salud mental de las personas.

La psicoterapia integradora es una forma de entender que no hay un solo enfoque, un enfoque único para tratar a un paciente, a una persona que por un motivo u otro acaba llamando a nuestra puerta, sino que pueden haber distintas formas de abarcar una terapia y que la que elijamos puede ser una o una combinación plausible, y que siempre responderán a las necesidades individuales, al momento vital y a las circunstancias personales de la persona que llega hasta nosotros.

Esto nos deja con una forma de entender la psicoterapia extremadamente flexible y adaptativa al individuo y a sus problemas, con diferentes enfoques que pueden enfrentar diferentes problemas en un punto concreto para poder abarcar otros con otras técnicas en otro momento de la terapia. Puede parecer caótico, expresado así, pero realmente lo que hace este procedimiento es usar la mejor herramienta para cada problema, adaptando la terapia al paciente, no el paciente a la terapia.

Y es que en las cuatro dimensiones del funcionamiento humano que existen: afectiva, conductual, cognitiva y fisiológica, se presentan problemas muy distintos, y las personas no somos coches, no somos máquinas que tengan un set de herramientas fijo para arreglarlas. Somos seres complejos y dinámicos y las psicoterapias también deben contemplar eso.

caja de arena

Caja de arena, jornada en Psicología Activa

El pasado día 9 de Marzo se desarrolló una charla-taller de la “técnica de la Caja de Arena” en el Centro de Psicología Activa que al ser una charla enfocada a profesionales contó con 15 de ellos para aprender más sobre el tema.

Fue una jornada muy interesante donde se habló acerca de dicha técnica por cuenta de Javier Vilches, que es un experto en dicha técnica.

Para el uso de dicha técnica se cuenta con una caja y diversos objetos, además de la arena preceptiva. Está muy indicada para su uso en terapia con niños, y suele participar de la provisión de diversos objetos/juguetes con los que pueden expresar mediante la evolución de una idea diversos estados de ánimo, preocupaciones y circunstancias.

La técnica aúna creatividad con los utensilios y así el niño (aunque también se puede aplicar con adultos) tiene vía libre creativa para expresarse. En ocasiones la expresión de ideas complejas y su enunciación se ven limitadas por diversas circunstancias. La Caja de Arena permite expresar los mundos internos con toda la complejidad necesaria, como afirma su creadora, Dora Kalff; para ello se dispondrá de una serie de recursos en cuanto a las miniaturas que permitan construir un mundo acorde a lo que quiere reflejar.

Es una actividad donde el rol del terapeuta siempre es de apoyo, nunca guía la construcción de ese mundo e indaga sobre lo creado con el paciente para saber cómo ha expresado e interpreta ese mundo.

Después indica el momento de cierre y también, aparte del valor de la creatividad que se ha mostrado, está el de “vuelta a la realidad”, donde se recoge, limpia y ordena, como un patrón de reasentamiento.

Este tipo de terapia es lo que estuvo viéndose y practicándose en dicho curso para el cual Psicología Activa prestó sus instalaciones. Consideramos muy necesario seguir avanzando y apoyando la actualización formativa puesto que en el conocimiento está la clave de ofrecer siempre un mejor servicio.

 

¿Tienes preguntas sobre la técnica de la Caja de Arena? ¡No dudes en consultarnos!

ansiedad patológica

Ansiedad normal y ansiedad patológica. Diferencias.

La ansiedad es un fenómeno psicológico que conlleva una serie de síntomas físicos y que puede producir una fuerte sensación de amenaza en el individuo que la padece.
Es en este punto donde debemos aprender a diferenciar entre ansiedad normal y la ansiedad  patológica.

La ansiedad al producir esos síntomas físicos, en realidad, desencadena una respuesta de lucha o huida. Es una forma en la que el cuerpo y la mente reaccionan para afrontar una situación que se supone de amenaza para nosotros de alguna manera. Así, notamos cómo se dispara la adrenalina, se tensan los músculos, la frecuencia cardíaca aumenta y la respiración se acelera. Hasta aquí, normal, es un suministro extra de energía, una puesta a punto inmediata para actuar de forma inconsciente, para prepararnos y hacer frente al peligro. ¿Quién no lo ha sentido alguna vez?

Pero estos estímulos que tan bien nos preparan para la amenaza se pueden convertir en algo perjudicial cuando lo que dispara la respuesta de lucha o huida es algo que en realidad no lo merece, estímulos que en realidad son insignificantes, cuando no son verdaderas amenazas que nos supongan un verdadero perjuicio sino que nos encontramos ante recuerdos, malas experiencias, pensamientos recurrentes, discusiones de pareja o en entornos sociales, laborales o familiares que nos angustian en extremo, la situación económica propia y a veces, incluso, la ajena, de personas que nos importan. Todos esos factores que producen una respuesta de ansiedad que además multiplican la angustia son los que engloban la ansiedad patológica.

Como resumen clarificador:

La ansiedad normal es aquella que produce una respuesta en forma de episodios aislados, es una reacción esperable y común a la de otras personas en la misma situación; además es limitada en el tiempo por lo que es un sufrimiento limitado y transitorio que nos deja margen para recuperarnos, y su influencia en lo cotidiano es un efecto ausente y ligero, es decir, no tememos que en cada momento nos pueda dar un ataque de ansiedad que nos imposibilite.

En cambio la ansiedad patológica es aquella que es recurrente y de alta intensidad, llegando a tener una duración prolongada que nos produce una angustia continua (no olvidemos que toda esa acumulación fisiológica para luchar o huir hace que la respiración se acelere y puede producir mareos, puede haber taquicardias, sensación de calor, al aumentar el riego sanguíneo y las pulsaciones…).

Sumando también que es una reacción desproporcionada con respecto al estímulo que lo produce y su impacto es alto, duradero y profundo en la vida de quien la padece.

Diferenciarlas es esencial para el psicólogo que ayuda a su paciente en estos trances y con estos problemas para poder lidiar con dicha ansiedad y poco a poco poder hacer vida normal. No es algo de hoy a mañana: es algo que hay que trabajar y luchar, que hay que asumir.

psicóloga en Málaga

La primera vez que vas al psicólogo

Ya está. Al final te has atrevido. Has cogido tus bártulos interiores, tu valor y has llamado tímidamente para concertar una cita en el psicólogo.

La primera impresión no puede ser más distinta de lo que te habías imaginado. Lejos de lo que nos venden muchas veces en la televisión, en películas y series, no vas a un despacho recargado, de maderas y divanes. Ni a un lugar frío y sin alma, minimalista, donde hacerte los dedos un nudo, de puros nervios. Has llegado a una consulta de psicología en Málaga, en este caso, donde tras esperar unos minutos, ves cómo una persona sale de la consulta sin aspavientos, sin lagrimones ni pañuelos de papel.

Y cuando entras… bueno, ves una consulta. Un par de sillas, una mesa, un sillón algo más grande… Y de dicen que te pongas cómodo, porque de eso va la cosa, de poco a poco, ponerte más cómodo, pero no en la consulta, sino contigo mismo.

En esta consulta de Psicología Activa Málaga trabajan, —te explican—, la terapia integradora, que es una forma de personalizar la terapia mediante varias técnicas y corrientes. No te ofrecen ni imponen una terapia en particular sino que se basa en escuchar previamente lo que tienes que decir y poco a poco ir evolucionando.

Tampoco te ocultan la verdad, esto no es un trabajo de “cinco sesiones y para casa”, no. Es una carrera de fondo, porque estar bien depende del trabajo, del esfuerzo, de sanar, de escuchar y progresar, no de fórmulas únicas y curalotodo. No son vendedores de aceite de serpiente, son personas con una serie de conocimientos que han decidido ayudar, ayudar a personas como tú que tiene necesidad de que les echen una mano y ofrezcan lo que saben hacer para seguir adelante, mejorando tanto en calidad de vida como en forma de relacionarte y de curarte o superar cosas que siempre han estado ahí o ha aparecido desde hace un tiempo.

Porque eso es la terapia, eso es ir al psicólogo, es ser consciente de quiénes somos, de que todos tenemos fallos. No se trata de contarle tus problemas a una persona seria e inaccesible sino a otra persona y darte la oportunidad de mejorar.

Puede que la primera vez que llegues estés hecho un mar de nervios, pero es normal. Y lo saben. Y no te atosigarán: dejarán que te expreses, recabarán las información que necesiten para aplicarla en tu caso, dado que no hay dos personas iguales y un psicólogo no aplica el mismo molde a todo el mundo: todos tenemos nuestros fantasmas y nuestros pesos que acarreamos de un lado a otro hasta que juntamos el valor de hacer eso, de admitir que quizás no podemos llevarlo siempre nosotros solos y una mano amiga, una mano profesional, puede ser ese factor de ayuda para salir otra vez a la calle, respirar, dejar los nervios a un lado y considerar más y mejores cosas para nosotros.

Y poco a poco, seguir adelante.

Ese es el valor de acudir al psicólogo: ser capaz de empezar algo nuevo con lo que ya hay y dejar atrás lo que nos lastra. Y el primer paso, es pedir esa ayuda.